Entrevista que nos realizó Luciana Acosta para 0223, diario virtual de Mar del Plata.
Se puede leer la entrevista clickeando aquí.
Por Luciana Acosta
La familia Di Leo salió a la ruta a fines de mayo de este año con un único objetivo: dar la vuelta al mundo en 80 meses a bordo de un motorhome que ellos mismos acondicionaron para la travesía.
La idea comenzó a gestarse en el ’99, cuando Silvio (51) le confió a Carla (45) que su sueño era vivir viajando, y ella no dudó a acompañarlo. Al final, en 2009 decidieron vender su casa de Ezeiza, regalaron la mayoría de los muebles y junto a sus hijos Patricio (21), Fabricio (18), Lara (17) y Ornella (15), empezaron a trabajar para transformar un colectivo en el nuevo hogar. Y parecen haberlo logrado: el vehículo, de doce metros de largo, cuenta con dos habitaciones, dos baños, una cocina y hasta un living.
Tras partir de Ezeiza, pasaron por San Nicolás, Gálvez, Rosario, Uruguay, Santa Fe, Entre Ríos y llegaron la semana pasada a Mar del Plata. El itinerario -consensuado entre todos y armado en base a la elección de los mejores caminos disponibles- indica que los destinos para los próximos dos o tres años son Ushuaia, Antártida, Chile, Mendoza, San Juan, San Luis, Catamarca, Perú, Ecuador, Bolivia, Jujuy, Paraguay, Misiones, Brasil, Venezuela, Colombia, Panamá. Desde allí continuarán hasta Estados Unidos, Alaska y completarán el continente americano al arribar a Dead Horse (Caballo Muerto), el último punto del círculo polar ártico.
Los Di Leo registran los detalles de la experiencia en un cuaderno y en el sitio rodandoando.com, aunque reconocen que “las mejores historias” las contarán en un libro que planean editar en el mediano plazo.
Mientras tanto, los chicos realizan sus estudios secundarios a distancia y, entre todos, se dedican al diseño de páginas web; actividad que les permite -junto al apoyo de algunos sponsor’s que se sumaron a esta cruzada- generar los recursos suficientes para continuar con el proyecto. También organizan y participan de conferencias sobre ecología y medioambiente. “Sentimos libertad; no nos imaginamos la vida de otra manera”, aseguran.