San Jose de Chiquitos
Adiós Santa Cruz de la Sierra
Año Nuevo en Bolivia
de Villa Tunari a El Chore
de Cochabamba a Villa Tunari
Cochabamba
de Villa Concepción a Cochabamba
de Desaguadero a Villa Concepción
de Puno a Desaguadero
Qenco, Tambo Machay y Puca Pucara
Fortaleza Sacsayhuaman
Machu Picchu (Montaña vieja) – parte II
Machu Picchu – «Montaña vieja»
Puente del Inca en Machu Picchu
Guía para viajar a Cusco
a Machu Picchu en Perú Rail
Montaña de colores – Cusco
de Cusco al Valle Sagrado
Wayqey Lodge en el Valle Sagrado de Los Incas
de Abancay a Cusco
de Puquio a Abancay
Lineas de Nasca, a Puquio
En Nasca; Nuevo Cantalloc
Acueductos Cantalloc
de Ica a Nazca
previous arrow
next arrow
Shadow

Quienes Somos

Somos una familia cumpliendo un sueño, viajando por los 5 continentes, visitando más de 110 países, cerca de 300.000 km, durante ochenta de meses. Viajamos en “Libertad”, un vehículo ecológico construido por nosotros mismos, para que sea nuestra casa móvil durante estos años, recorriendo la naturaleza, por carreteras y fuera de ellas, viviendo una gran aventura, viajando al fin del mundo y al interior de nosotros mismos, visitando tierras extrañas, parajes vírgenes, grandes ciudades y pequeños pueblos. Te invitamos a dar la vuelta al mundo con nosotros, ¿vienes?…

portada

Nuestros amigos los Zapp

Como historia repetida, cuando somos pequeños, los mayores nos repiten que quieren lo mejor para nosotros. Una casa, un auto, la mejor educación y un buen trabajo están incluidos (y como primeros ítems) en la lista de tener una buena vida, y un buen pasar económico. Pocos (realmente muy pocos) son los padres que les enseñan a sus hijos a cumplir los sueños, a compartir, a ser feliz con lo indispensable, a respetar al prójimo. Un ejemplo, uno de los mejores ejemplos, son los Zapp.

Candelaria y Herman Zapp se conocen desde los 8 años, y ellos lo describen como amor desde el primer momento. A los 14 años, Herman decidió declararle su amor a Cande. Y desde ese entonces, jamás se separaron. Diez años después se casaron.

Cande y Herman tenían un sueño en común: viajar por tierra desde Argentina hasta Alaska. Entonces decidieron, con la mochila al hombro, llegar a Alaska y luego al regresar tener hijos. Su plan era llegar en 6 meses. Ahorraron el dinero suficiente, y poco tiempo antes de partir, Herman apareció con un auto del año 1928 que había comprado con la mitad del dinero del viaje. El Graham Paige ni siquiera arrancaba (llegó a la casa del matrimonio remolcado por una grúa).

Así comenzó, en el año 2000, el viaje que les cambió la vida. Partieron hacia Alaska a bordo de Macondo Cambalache con fecha de regreso, pero sin muchos planes, ni recorrido estipulado. Muchas fueron las veces que el auto tuvo desperfectos mecánicos. En Ecuador se quedaron sin dinero, y el resto del viaje lo hicieron con la ayuda de la gente. Además, Cande aprendió a pintar cuadros (bellísimos, por cierto), y con eso lograron sustentar parte del viaje. De una u otra forma, fueron generando efectivo para continuar la travesía por las tres Américas. En Estados Unidos nació su primer hijo: Nahuel Pampa. El viaje siguió. Y cumplieron su sueño: llegaron a Alaska.

Su viaje hasta Alaska duró más de 3 años y medio, y fueron hospedados por más de 800 familias. Regresaron a Argentina, lo supimos a través de una página web, aún no habian escrito su libro. Entonces, en el 2004, los conocimos personalmente. Y así fue como comenzó una bellísima amistad, gracias a un sueño en común que nos une.

en el 2004 cuando nos conocimos
en el 2004 cuando nos conocimos

Luego, comenzaron a recorrer Argentina: de La Quiaca a Ushuaia; dónde nació Lucas Tehue, su segundo hijo. Aprovecharon su estadía en Buenos Aires, y serrucharon el auto a la mitad (literalmente), y lo alargaron 40 cm, además de hacerle una carpa en el techo para que los chicos durmieran allí.

A principios del 2007 nos reencontramos en su despedida: se iban a EEUU y Canadá para escribir el libro en inglés.

zapp00004

zapp00003

zapp00002

En Canadá nació Paloma Huyaa, la hija mujer de los Zapp. De allí partieron a Oceanía, y en Australia nació su cuarto hijo: Marco Wallaby. Siguieron viaje, y recorrieron Asia.

Luego de recorrer el continente Asiático, partieron hacia África. Actualmente la familia de seis integrantes sigue viajando a bordo del Graham Paige, hospedándose en casas de familias, y aprendiendo de las distintas culturas. Sin embargo, extrañaban a sus familiares y amigos, entonces decidieron volver unos meses a Buenos Aires, pasar las fiestas y luego regresar a Sudáfrica, para viajar hasta Egipto.

Apenas nos enteramos que estaban en Buenos Aires, nos contactamos con ellos para, al menos, cenar juntos. Y lo que sería solo una cena, se transformó en compartir nueve días con una familia de lujo. Además tuvimos el placer de conocer a Clarita y Eduardo, primos de Herman, que nos recibieron con la mejor energía.

En cada conversación, el matrimonio Zapp nos relataba anécdotas de viaje emocionantes. Incluso Pampa participaba, y nos contaba situaciones que le habían ocurrido mientras recorría el mundo. Los días en la casa se tornaban cada día más divertidos, la confianza aumentaba, y las ganas de irnos desaparecían. Nos juntábamos todo el día, andábamos en bicicleta, jugábamos con los pequeños Zapp, almorzábamos y cenábamos juntos, íbamos a la plaza, y recordábamos momentos juntos, como aquel día en que nos conocimos, que Herman le dijo a mi papá que “estaba loco” por salir de viaje con cuatro hijos.

El libro de Cande y Herman, “Atrapa tu Sueño”, es sumamente inspirador, y compartir una tarde, una conversación, o algunos días con ellos, es totalmente enriquecedor. Los Zapp nos han enseñado tanto, tantísimo, en tan poco tiempo.

Y, como si fuera poco, nos invitaron a participar de la conferencia, y ofrecimos llevarlos hasta la sala en la cual brindarían la charla, mientras el Graham se encontraba en un museo sudafricano.

Durante y al finalizar la conferencia, quedamos todos emocionados, algunos llorando, por las palabras de esta maravillosa familia. Incluso Pampa se paró delante de cientos de personas a contestar preguntas, y con mucha naturalidad sorprendió a todos con sus respuestas.

Nos llevamos los mejores recuerdos de una familia maravillosa, y les estamos completamente agradecidos por habernos alentado durante tantos años, por apoyarnos desde un principio, cuando tan solo era un sueño, y por habernos guiado para seguir el camino correcto.

La despedida con la familia fue un poco difícil, compartimos tantos lindos momentos, que nos costó bastante alejarnos de ellos. Lagrimeamos un poco, aunque la convicción de un encuentro futuro nos alegró bastante.

¡¡Gracias por tanto Cande, Herman, Pampa, Tehue, Paloma y Wallaby!! ¡¡Muchas gracias familia Zapp!! ¡Los queremos mucho, y los llevamos siempre en nuestro corazón!!

Regreso a Buenos Aires

Debíamos regresar para asistir al cumpleaños de Antonella (amiga nuestra), y por ello emprendimos viaje desde Colonia del Sacramento hacia Buenos Aires.

Pasamos por la ciudad de Carmelo, donde nos despedimos de Coco; y allí decidimos conocer el Balneario Zagarzazu, perteneciente a ésta ciudad.

El camino y la playa se encuentran rodeados de bellísimos árboles.

Ruta Uruguaya
Zagarzazu
Zagarzazu
Balneario Zagarzazu

Luego, seguimos viaje, y decidimos conocer el balneario de Fray Bentos, Las Cañas.

Puente camino a Las Cañas

Y, llegamos a Las Cañas

La calma del Río Uruguay
Carla y Patricio

Atardecer en Las Cañas

Pescando tranquilidad
Caminando por la playa
El desolado Puerto de noche

Nos sorprendió la tranquilidad y belleza del balneario Las Cañas.

La tranquilidad y soledad de la playa uruguaya
Un verdadero paraíso

Libertad, desde el muelle

Las casas tenían una bellísima vista del atardecer
Los caminos rodeados de verde

En Las Cañas nos encontramos con un matrimonio suizo que estaba recorriendo el mundo. Ellos frenaron para aconsejarnos dónde estacionar. Simpáticos, y con mucha alegría, estaban muy emocionados de encontrarse con viajeros, y nosotros también de encontrarnos con ellos, e intercambiar algunas historias de viaje.

El vehículo del matrimonio suizo

Ellos debieron seguir su camino, y nosotros disfrutar un poco más del bellísimo día; así que nos despedimos.

La playa estaba totalmente vacía, el día estaba soleado, así que decidimos darnos un chapuzón en aguas uruguayas, y pasear un poco en cuatriciclo.

Fabricio en su cuatriciclo

Disfrutando de un bellísimo día soleado
Fabricio y yo nadando

Luego del hermoso día soleado, debíamos seguir viaje a Buenos Aires. Así que tomamos la ruta 21, y arrancamos…

Ya del lado argentino
La ruta de noche


Estamos en:


Contáctanos


Facebook:

Este mensaje de error solo es visible para los administradores de WordPress
Ha habido un problema con tu feed de Instagram.


Diseño & Hosting