Llegamos a Quito, Ecuador hace una semana. Estábamos con nostalgia por extrañar nuestro país; nuestras costumbres, la gente y la comida, debe haber sido tanto el anhelo que sentíamos que se cumplió nuestro pedido. Sebastián, Carlos y Pablo nos invitaron a compartir un día a su restaurante, El Bodegón Argentino.
Desde 2009, El Bodegón Argentino es la única parrilla a leña a 2800 metros sobre el nivel del mar. Su parrilla imita el asado del sudeste pampeano, ya que Carlos es de allí, más específicamente es de Alpachiri.
Carlos le enseño a su chef el punto justo que debe llevar la carne para ser un auténtico asado Argentino. Como dice su lema, quien sabe comer sabe esperar.
Cuando llegamos y vimos la ambientación del restaurante una emoción nos invadió, cada detalle era argentino y nos recordaba a nuestra patria.
Inmediatamente de acomodarnos en la mesa nos sirvieron la típica canasta con pan, con varias salsas, entre ellas se encontraban la criolla y el oreganato. Un deleite para nuestro paladar. Lo extrañábamos tanto, ya que en otros países no es costumbre.
Mientras elegíamos que íbamos a comer entre tanta variedad que tienen, nos trajeron para beber cervezas artesanales de Ecuador, sin dudas un sabor único para el paladar, suave, delicado y refrescante.
Ellos mismos producen sus embutidos, encurtidos y curados. Sus productos son orgánicos y naturales, simplemente deliciosos.
De entrada Carla y Ornella pidieron la clásica Provoleta y Lara empanada caprese. Fabricio y Silvio pidieron el típico chori pan, con papas andinas fritas y una ensalada de repollo colorado. Patricio opto por las achuras y pidió unos riñones a la parrilla con verduras salteadas.
Para seguir con el placer de los sabores Patricio, Fabricio y Silvio continuaron con el asado. Carla pidió costeleta de cerdo con papas gratinadas y ensalada. Lara y Ornella algo vegetariano, verduras asadas.
De postre nos dieron el infaltable budín de pan con dulce de leche.
Cada momento en que pasamos allí nos trataron muy hospitalaria y amablemente, estuvieron pendientes de nosotros para hacernos sentir como en casa.
Luego de terminar de degustar sus platos extremadamente exquisitos, Sebastián, Carlos y Pablo se sentaron a compartir un Cavernet sauvignon argentino. Entre conversaciones, risas y anécdotas, de fondo se oía la típica música argentina, Alejandro Lerner, Soledad, Soda stereo, entre otros.
Hemos compartido un día muy ameno, tan así fue que nos hemos sentido en nuestra tierra nuevamente…
El Bodegón Argentino
San Francisco N41-111 y Mariano Echeverria, Quito (Ecuador)
info@elbodegonargentino.com