Hoy cumplimos dos años de viaje, muchos creen que vamos muy lentos.
Por los amigos que hemos cosechado, donde las vivencias están por encima de la geografía, donde hemos vivido como vive la gente que conocemos, donde compartimos los pequeños detalles que no salen en las guías de viajes, donde conocemos el hogar de los amigos que vamos haciendo en camino, vamos a la velocidad justa.
La velocidad que nos permite conectarnos con el lugar, y no es que en ese lugar visitaremos todos los hitos turísticos porque en la guía lo dice, sino porque queremos visitarlo.
Donde las cosas mas simples como hacer las compras, conocer sus mercados, sus calles, observar sus veredas, sus ventanas, con tranquilidad, disfrutar el momento y saborear hasta las cosas mas simples, como sentarse en una roca al borde de un río, o simplemente en el borde de la calle a observar el lugar o a la gente en su diario andar.
Donde nos conectamos con gente que viaje o no lo haga, están nuestra misma frecuencia, y es increíble como con costumbres, edades, circunstancias, cultura coincidimos en las mismas cosas simples de la vida.
El viaje nos hace conocer gente muy sabia que nos enseño mucho, de esa gente que la sabiduría no la adquirió en la universidad. Gente que nos hace ver que las fronteras son límites innecesarios, pues no nos importa en donde nació, de que raza, cultura o de que religión, sino simplemente gente de buen corazón que nos recibe como si fuésemos su familia.
Un viaje que nos pone a prueba día a día, donde hay que resolver algo, donde los momentos malos y terribles donde te planteas, ¿ que estoy haciendo aquí?, luego serán las historias que recordaremos, que sin los malos momentos no sucederían. A resolver día a día como continuar, pues no somos millonarios. Nos pone a prueba como familia. Nos pone a prueba con cosas como conseguir agua cuando no tiene ni la gente del lugar, o un problema de salud de los que hemos tenido varios y en distintos lugares. Donde suceden cosas increíbles, como que una vecina que conocimos hace un día se entera que nos enfermamos y nos trae una doctora amiga hasta nuestra casa y nos pide disculpas, y luego nos prepara todas las mañanas desayuno y nos viene a visitar como si fuésemos sus nietitos.
Si bien ya hemos hecho muchísimos kilómetros, hemos recorrido mas en nuestro contacto con la gente, con su cultura, con su conocimiento, con su sabiduría, con su cariño, hemos crecido en aprender a no discriminar, a aprender de las diferencias, las buenas y las malas. Si el viaje terminaría en este preciso momento, nuestra visión del mundo ya es diferente, y contamos con muchos amigos en cada lugar que pasamos.
Les dedicamos estas palabras a todos los Amigos con los que hemos compartido este viaje. Los queremos mucho!!! Y Ojalá que Dios permita reencontrarnos en algún lugar del planeta en algún momento de nuestras vidas futuras. LOS QUEREMOS !!!!!