De los pocos países que hemos recorrido, sin duda Ecuador es el más parecido al nuestro, en cuanto al idioma. Tanto es así que cuando en otros países tenemos que explicar cada palabra de la jerga que se usa en Argentina, en Ecuador lo hemos hecho muy pocas veces. Las personas tienen una forma de dirigirse muy diferente, tratan de «usted» a todos, incluso si es alguien de menor edad, o sus propios hijos.
Es difícil no sentirse a gusto en Ecuador, a pesar del caluroso y pesado clima, la vegetación es sorprendente. Las estaciones se dividen en verano e invierno, y la única diferencia es que el invierno es lluvioso, pero la temperatura es más alta (si, en invierno hace más calor).
Erika y Ronald, nuestros anfitriones en Machala, nos invitaron a ir juntos a Guayaquil, y partimos hacia la ciudad. Ellos tenían programado ese viaje porque llegaba Wilson, el primo de Ronald, a visitarlos desde Italia. Rodamos por la Panamericana, rodeados de bananos, cocos, y tecas. En el camino, Erika y Ronald fueron nuestros guías turísticos, contándonos sobre las características de las ciudades y pueblos que cruzábamos, y sobre Ecuador en general.
A pesar de que Quito es la capital de Ecuador, Guayaquil es la ciudad más poblada y extensa del país. El Estero del Salado rodea parte de ella, y a orillas del mismo se encuentra el paseo turístico Malecón del Salado. Allí nos llevaron Erika y Ronald para disfrutar de una linda caminata.
Cuando estaba oscureciendo encendieron la fuente de aguas danzantes, mientras sonaba Con Te Partiro, de Andrea Bocelli.
No se pierdan este espectáculo!!!