Después de visitar el Santuario de las Lajas teníamos que decidir si nos quedamos en Ipiales o seguimos viaje, ahora participan en la votación los Viajeros Copados (Gabo y Pablo) que se sumaron a esta etapa del viaje. Así que votamos y a seguir viaje, previamente comimos algo liviano y partimos, aunque sea queremos hacer algunos kilómetros, pues ya es tarde y nos han aconsejado viajar solo de día, además tendremos de aquí en adelante subidas y bajadas pronunciadas que nos confirman todo lo que nos habían contado sobre la topografía de Colombia.
Recorremos unos 40 km y no hay un solo lugar donde parar, pues las banquinas son casi inexistentes y estaciones de serviciopara estacionar nuestro bus no encontramos. Encontramos una estación de servicio y apenas llegamos íbamos a preguntar si podíamos pasar la noche, pues vimos camiones estacionados, bajó Marco (nuestro perro que adoptamos en Ecuador) con nosotros y un empleado nos dijo muy descortesmente que no podía bajar Marco a la estación de servicio!!, así que seguimos y a un kilómetro nos encontramos con un lugar mas lindo, un área de servicio (con un área de estacionamiento muy grande), a continuación de un pequeño pueblito (aquí le dicen vereda) que se llama Capulí, justo había un señor, Gonzalo vecino del lugar, caminando en esta área y nos invita amablemente a que paremos, nos dice que lugar es gratuito y que tenemos duchas, baños e incluso nos dice que podremos conseguir Internet.
Estacionamos y al rato volvió Gonzalo y nos trajo frutas (ya estamos comprobando también sobre la hospitalidad de los colombianos de la que tanto nos hablaron), lo invitamos a pasar y en diez minutos nos contó su vida y les pidió a los de seguridad que cuidan el lugar que nos brinden la contraseña del wifi que hay en la zona, es de un colegio que está a 200 metros.
Vean en las fotos la topografía de Colombia, el paisaje espectacular y las curvas, subidas y bajadas.